Ella cerró los ojos y se dio cuenta de todas las cosas que se le habían ido de las manos. Volvió a tener la noción de besarle los labios a quien tanto amaba, recordaba lo mucho que disfrutaba el jugueteo de lenguas y sensaciones en cada parte de su cuerpo, mientras recordaba, se percato de algo... todas esas sensaciones ya se habían marchado. El, tal vez no comprendía que la única forma de hacerla tocar el cielo, era el mirarle a los ojos, acercarse a su oído lentamente y rozarle con sus labios mientras susurra un Te amo... tocar su rostro con la punta de sus dedos y recorrer su cuello con la palma de su mano, besarla hasta dejarla sin aire...sin alma, sin recuerdos.
No piensen que saben todo sobre mi. Ni todo ni poco. No me conocen. La que ustedes creen que soy yo no lo es. Es otra. Lo que ven cuando me miran solo una cáscara, algo descartable que muta según me convenga. Es absolutamente lo contrario a lo que soy. Ella lo es todo y yo no soy nada. Estoy vacía. Nula. Me ciento un cero. Deseo desaparecer o que algo ocurra. Poder aferrarme a cualquier cosa, aun mínima, que me ayude a salir de aquí. Siempre es igual. Este monstruo me atrapa , me permite escapar y me satura de vida solo para luego apresarme de modo cruel y me desinfla nuevamente. Tiende a ser insoportable, a hartarme. ¿Qué sentido tiene todo? Si siempre soy inestable, no llegaré a ningún sitio.
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